Las grietas nos hacen más fuertes

Por: Brenda Camacho - Coordinador Operativo SER 
   

Hace unos días escuché una reflexión sobre los alfarero japoneses. En ella explicaban que los alfareros japoneses ven las rupturas o las grietas como algo hermoso y por ello, al momento de repararlas, las llenan con oro. Lo hacen porque saben que lo inesperado es parte de la vida, que los cambios suceden, que las "grietas" no nos hacen menos, al contrario, nos hacen mejores y más fuertes. Nos hacen algo nuevo. 

En este andar como miembros de la Red y de una escuela SER hemos experimentado muchos desafíos que de alguna u otra manera han puesto a prueba nuestra fortaleza, habilidad y compromiso, y nos han dejado un poco “agrietados” y sin aliento. Sin embargo, estas “grietas” y este cansancio son el resultado de dejar el corazón y el alma cada día en nuestras escuelas, con nuestros equipos, con nuestros alumnos y sus familias. 

Y esos tropiezos, desaciertos, confusiones, malestares y a veces hasta lágrimas, no deben avergonzarnos, sino enorgullecernos porque cada día enfrentamos lo incierto y lo hacemos con entrega, disciplina y amor. Y a pesar de las decenas de “grietas” que podamos adquirir en la construcción de este camino hacia la excelencia, no nos rendimos. Porque estar un poco “agrietados” no nos hace menos capaces ni suprime nuestra voluntad. Al contrario, es la prueba de que cada uno de nosotros es un ser valiente que ve los desafíos y aún así, lo intenta. Es la prueba también de que lo que hacemos no es para nada sencillo, requiere coraje y entrega. 

Y con ese mismo coraje y entrega, sé que cada miembro de la familia SER en este nuevo ciclo seguirá construyendo ese camino que comenzó hace 8 años. Para que un día, cada niña y niño en nuestro país, pueda acceder a una educación de excelencia y calidad que les permita hacer de sus destinos, de su país y de este mundo, uno mejor.