Liderazgo afectivo


Por: Natalia Estefanía Figueroa - Profesora titular en Eduser Reforma (Coahuila)


Nuestra misión principal como maestros es lograr formar a nuestros alumnos en líderes con sentido humano. Una persona que tenga la inteligencia emocional necesaria para enfrentarse, no sólo a problemas laborales en su vida, sino en los demás aspectos de la misma. No sólo es enseñarle al alumno a resolver un problema matemático, a tener ortografía perfecta, lograr cálculo mental impecable, sino que el alumno egrese con un carácter fortalecido por valores, para lograr ser personas de Excelencia.

Como dijo un vez nuestra líder Perla Ramírez, los niños a veces no escuchan todo lo que decimos pero sí son excelente imitándolo. Así que los docentes debemos modelar, aparte de los valores, rutinas, procedimientos de las fábricas, ser modelos de Liderazgo, porque debemos tener en mente que en el futuro, es probable que nuestros niños estarán a  cargo de un equipo de trabajo, y que mejor que ese grupo de personas tengan enfrente un líder empático y no un jefe tirano.

Somos responsables de nuestro salón, somos líderes del mismo y debemos modelar cómo liderar. Antes de ser buenos líderes para nuestros alumnos, ¿dónde podemos aprender a serlo? El éxito de una escuela de la Red SER empieza por su líder, cada líder está ahí para inspirar , para guiar a su equipo, y la base de esto es una relación afectiva, la misma que uno como docente debe tener hacia sus alumnos. Tal como lo dice Rita Pierson en su plática “Todo niño necesita un campeón”, de la importancia de tener una relación empática con ellos, conexión humana, que “ningún aprendizaje significativo es posible sin una relación significativa”. Que haya un cariño, y no estar en el aula como el maestro que “sólo viene a trabajar, no a que lo quieran” o “me pagan por enseñarles lecciones, no para quererlos”.
           
El liderazgo afectivo es cuando el líder forma un vínculo afectivo con sus colaboradores, a través de comportamientos que generen emociones positivas. El líder motiva al colaborador, y por ende, crece el compromiso del mismo, al igual que su desarrollo en el puesto de trabajo que desempeña.

El gran déficit educativo a nivel nacional es alarmante, y nuestro propósito en la Red SER es proporcionar al alumno una excelente calidad educativa, la cual abarca el 49% de nuestra enseñanza, y el restante 51% lo tiene la formación del carácter.  Para transmitirlo a nuestros alumnos, primero debemos vivirlos nosotros los maestros. Si queremos formar a ciudadanos conscientes y responsables,  modelemos en nuestras aulas lo que queramos ver en un futuro.

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