Persistiendo para lograr el éxito

Por: Ana Karen Morales - Maestra titular en Colegio GAP Valle Dorado


Mi nombre es Ana Karen Morales, soy maestra de primer grado en el Colegio GAP Valle Dorado, en Guadalajara. Cuando me plantearon la idea de enseñar en primer grado supe que  habría muchos retos por superar pero aún así acepté el desafío.
Al iniciar agosto estaba muy emocionada de trabajar en el Colegio GAP y en la Red SER, pues la misión que ambos comparten empata con mi misión profesional y personal que es la de brindar una educación de calidad y de excelencia.  
Antes de iniciar el ciclo escolar, tenía muchas inquietudes pero me preparé para estar lista y tener el mejor primer día de clases. Llegó el ansiado primer día y mis expectativas eran altas. Sin embargo, no fue lo que había imaginado porque tuve alumnos que se paraban de su asiento o hablan durante la clase. Pensé que quizás ese comportamiento era por ser el primer día.  Pero paso una semana y la cultura de mi salón aún no era excelente. Comencé a preguntarme ¿soy lo suficientemente capaz?, ¿estoy dando mi 100%?, ¿no soy clara con mis instrucciones?, ¿estoy siendo muy dura? ¿cómo logro que mis alumnos alcancen las expectativas?
Después de un cúmulo de emociones encontradas, tomé las riendas de mi salón de clases con un objetivo muy claro, nunca dar menos del 100%. Comprendí que era yo la que se juzgaba muy duro y daba indicaciones ambiguas. Persistí, persistí, hasta que un día en el salón de clases en una práctica guiada, utilicé la técnica de las pizarras mágicas. Mis estudiantes estaban tan emocionados porque nunca habían utilizado esa técnica. En ese momento supe que había conectado con ellos y aprovecharía esa conexión en mis clases porque no podría lograr un aprendizaje significativo sin una relación significativa entre nosotros.
Aprendí a dar indicaciones claras, el ¿qué?, ¿cómo?, ¿cuándo? se convirtieron en parte de mi rutina de clases y también lo incorporé a mis planificaciones. Lo cual me ha permitido ahorrar tiempo valioso en la clase porque ahora tanto ellos como yo sabemos a dónde queremos llegar en cada momento del día.
Hoy sé que para llegar a la meta muchas veces te vas a tropezar, pero en ti está avanzar y buscar el camino para superar las barreras. Inicié el ciclo con 23 alumnos, de los cuales 17 no sabían leer y escribir. Hoy tengo al 100% de mis alumnos leyendo y escribiendo, separando palabras de un enunciado, describiendo y desarrollando respuestas complejas.  Y sé que si yo me hubiera conformado con menos del 100%, no estaría cosechando estos éxitos junto a ellos. Así que de ahora en adelante mi clave consiste en “insistir, persistir y nunca desistir ".








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