Celebrando los primeros 30 días

Por: María Guadalupe Ibarra Hernández - School Leader Instituto Eduardo Tricio Gómez (Coahuila)

Llegó el inicio del ciclo escolar y un nuevo reto nos aguardaba. Tuvimos que integrar la experiencia de los años anteriores, los programas nuevos, las estrategias de primer grado, pero sobre todo, reconocer que habíamos crecido como equipo. Este año comenzamos con un programa llamado “primeros 30 días”, que implicaba un entrenamiento riguroso de cultura escolar y de convicción emocional.

   

Este programa de 30 días incluía paso por paso actividades detalladas que implicaba un mayor involucramiento y una manera de re aprender que requería más tiempo, organización y disposición. Sin embargo, al momento de aplicar el programa, varias situaciones surgieron que hacían ver imposible lograr la excelencia pero una voz, unos mensajes, una Red nos decía sigan, si se puede y lo lograrán.

Las semanas avanzaron y las nuevas actividades se hicieron poco a poco rutinas, hasta que, sin darnos cuenta se volvieron hábitos que guiaban nuestros días. Las clínicas de práctica y toda la evidencia que recolectamos día a día hicieron de nuestra escuela un gimnasio escolar educativo, en donde los engranes avanzaban, trabajábamos y sudábamos a un mismo compás.

La última semana del reto de los 30 días llegó y era momento de celebrar aquello que parecía imposible y se volvió parte de cada uno de nosotros: alcanzar la excelencia. Con mucho esfuerzo y dedicación nos habíamos subido a una nave que había alcanzado los primeros 30 días de luz.